Muchos de los protagonistas del mercado inmobiliario ya se enfocan en lo que vendrá el día después del aislamiento por el COVID-19 y comienzan a testear el nuevo escenario. La mayoría de ellos coincide en destacar a Villa Crespo como uno de los barrios que más crecerán en la Ciudad de Buenos Aires.
El barrio de Villa Crespo tiene ese encanto que funciona como metáfora de una ciudad. La calle Lavalleja comienza en la avenida Warnes -famosa por sus talleres y locales de autopartes- y termina 15 cuadras después, prácticamente llegando a Palermo Soho. En medio de ese recorrido hay un sinfín de PH, un tipo de vivienda que desde hace tiempo cotiza en alza.
El crecimiento de esta zona se dio, principalmente, gracias al derrame de Palermo. El efecto se propagó y todo indica que lo seguirá haciendo pospandemia. Allí, los costos accesibles y la mayor cantidad de tierras disponibles se prevé que potenciarán el interés de los inversores y que se levantarán construcciones en la calle Humboldt y las avenidas Juan B. Justo, Ángel Gallardo y Warnes. En Villa Crespo, según la UADE, los precios de las unidades de dos ambientes a estrenar cotizan USD 3.232 y las usadas USD 2.766, por metro cuadrado.
Es un barrio en el que se permite construir en altura, por lo que tiene la posibilidad de ofrecer ambientes luminosos y buenas vistas, además de tener una muy buena conectividad que mejorará con la obra del ferrocarril San Martín. Por otra parte, la avenida Córdoba se está transformando de una zona comercial a una residencial y también podría crecer en lo edilicio la calle Lavalleja, entre Luis M. Drago y Camargo.
Los PH y el escenario poscuarentena
El Gobierno de la Ciudad permitió en julio que las inmobiliarias puedan volver a mostrar propiedades a potenciales clientes en medio del derrumbe de la actividad del sector que emplea a 25.000 personas en el distrito.
Esta medida abrió un nuevo panorama. La pandemia puso en evidencia más que nunca la relación de las personas con sus viviendas, para muchos positivamente y para otros negativamente. Está claro que quienes pudieron disfrutar mínimamente de un balcón -y en mayor medida balcón terraza, patios o jardines- fueron los menos afectados por el encierro.
No sabemos si tendremos otra pandemia, pero la mirada del comprador sobre estos espacios cambió, y seguramente serán más tenidos en cuenta a la hora de elegir una propiedad. Esto ayudó a reforzar una tendencia que ya se veía desde hace un tiempo: la gente cada vez más elige mudarse a un PH en Villa Crespo, ya que pueden comprar una propiedad, remodelarla a gusto y contar con espacios abiertos con aire y sol.
En las inmobiliarias y desarrolladoras crece la valoración de los proyectos de escala más acotada, con menos vecinos y espacios abiertos propios, como los llamados PH urbanos, generalmente ubicados en barrios como este, dónde el Código Urbano habla de "Unidades de Sustentabilidad de Altura Media y Baja". También los tradicionales PH y los edificios en altura muestran cada vez más demanda en la zona. En definitiva, el buen diseño siempre gana y la pandemia lo puso todavía más en valor.