Al momento de financiar una compra importante, como una casa o un auto, es probable que necesitemos recurrir a un préstamo. Pero, ¿alguna vez te preguntaste cómo se estructuran y cómo se determinan tus pagos mensuales? Acá es donde entra en juego el sistema de amortización francés, uno de los métodos más comunes utilizados por las instituciones financieras para estructurar préstamos a largo plazo.
El método de amortización francés es un sistema de reembolso de préstamos caracterizado por cuotas periódicas constantes. Esto significa que, durante la vida del préstamo, el deudor pagará la misma cantidad en cada período, ya sea mensual, trimestral o anual, siempre que la tasa de interés sea fija. Debemos considerar que en Argentina lo más probable es que además se ajusten por algún indicador que siga la inflación. Esto quiere decir que la cuota tendrá una tasa fija y una variable.
Cada cuota pagada bajo este sistema incluye dos componentes: el principal (el monto original del préstamo) y los intereses acumulados. Una de las características distintivas del sistema de amortización francés es la forma en que se desglosan estos componentes a lo largo del tiempo:
Este proceso gradual asegura que, aunque las cuotas sean siempre iguales, la forma en que se distribuyen entre capital e intereses varía con el tiempo.
Es importante señalar que el sistema de amortización francés funciona de manera óptima con tasas de interés fijas. En estos casos, las cuotas permanecen invariables durante toda la duración del préstamo. Sin embargo, si el préstamo tiene una tasa de interés variable, las cuotas pueden fluctuar en función de los cambios en el índice de referencia.
Imaginemos que solicitamos un préstamo de $1.000.000 a una tasa de interés fija del 5% anual, a ser pagado en 20 años. Bajo el sistema de amortización francés, cada cuota mensual será siempre del mismo valor, pero tendrá una parte correspondiente a intereses y otra a capital a amortizar. Al inicio, los intereses serán mayores y la amortización menor. A medida que avanza el tiempo, la proporción destinada a intereses disminuye, permitiendo que una mayor parte de cada cuota se utilice para reducir el capital adeudado. Si quisiéramos además considerar un tasa variable, como en el caso de los créditos UVA que siguen la evolución de la inflación, veremos que la cuota en lugar de ser constante irá aumentando mes a mes.
En el caso de estos créditos, que se ajustan en base a la evolución del valor del UVA, lo que se hace es otorgar una determinada cantidad de UVAs como capital del préstamos e ir convirtiendo su valor a pesos considerando su valuación diaria. Es decir, si se otorga un crédito por 10.000 UVAs que al 1/6/24 equivalen a $ 983,35 entonces el capital total a la fecha será de $ 9.833.500. Este monto deberá ser devuelto a la entidad financiera en un plazo acordado, ajustando su valor a la evolución del UVA más una tasa de interés fija (TNA) determinada por el banco como compensación por el préstamo. Entonces, las cuotas se calcularán siguiendo el sistema de amortización francés pero no en base a el monto en pesos si no que se hará sobre la cantidad de UVAs.
Como las UVAs varían siguiendo la evolución de la inflación, ejemplificaremos las primeras 10 cuotas de un préstamo por $ 1.000.000 asumiendo una inflación (variación de UVA), que para simplificar el cálculo lo establecemos constante de 10% mensual y TNA de 5%, a pagar en 120 meses (10 años). Observaremos que la “cuota fija” se refiere al caso de utilizar el sistema francés solo considerando la tasa fija (TNA de 5%), mientras que en “cuota UVA” veremos cómo quedaría el pago mensual ajustado por una tasa variable (UVA de 10%).
El sistema de amortización francés, ampliamente utilizado en préstamos hipotecarios y otros tipos de financiación a largo plazo, ofrece cuotas constantes y previsibles. Cuando se utiliza una tasa fija se caracteriza por una fácil gestión y planificación financiera para los prestatarios. Más allá de su simplicidad y estructura constante, es importante comprender cómo funcionan los componentes de las cuotas y las posibles implicaciones de las tasas de interés variables. Al comprender mejor este método, los deudores pueden tomar decisiones más informadas y gestionar sus finanzas de manera más efectiva.